3 de enero de 2013

El paciente de Berlín y el gen CCR-5

Feliz Año, aqui un articulo que ayuda mucho a entender el tan sonado caso del "primer paciente curado de infeccion por VIH".
Autor: Dr Elmer Huerta.

Mucho se está hablando recientemente del Paciente de Berlín, quien sería el primer ser humano curado de la infección por el virus VIH. Veamos qué hay detrás de todo esto.

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Foto: Tim Brown. http://timothyrbrown.com/

"Un descubrimiento no es otra cosa, que un accidente que ocurre en una mente preparada." Albert von Szent-Györgyi de Nagyrápolt Descubridor de la vitamina C y premio Nobel de Medicina de 1937

Pues es cierto, esto no es ciencia ficción ni es una fantasiosa creación de los medios de comunicación. El Paciente de Berlín existe y su nombre es Timothy Ray Brown. Es un norteamericano de 45 años que está aparentemente curado de la infección por el VIH por un acto de genialidad de su médico alemán.
El VIH infecta a la célula pasando por dos puertas…
El VIH es un virus que infecta a unas células muy importantes del sistema de defensa llamadas linfocitos CD4. Este tipo de linfocito es llamado el director de orquesta del sistema de defensa. Destruirlo es como si un avión se quedara sin piloto.
Para que el VIH entre a un linfocito CD4 tiene que pasar una primera puerta llamada receptor CD4. Una vez pasada esta primera puerta necesita atravesar otra llamada receptor CCR-5. Casi la totalidad de los seres humanos, tenemos esas puertas siempre abiertas en nuestros linfocitos CD4, por lo que si el VIH entra a nuestra sangre, el VIH encuentra siempre esas dos puertas abiertas e ingresa como Pedro en su casa a nuestros linfocitos CD4.
Ya dentro del linfocito, el VIH hace su agosto y se multiplica rápidamente, llegando con los años a matar todas las células CD4, por lo que el avión de nuestro sistema de defensa queda sin piloto y se termina estrellando sin control (ese es el SIDA, que aparece aproximadamente 10 años después de la infección).
¿No sería maravilloso que el VIH encuentre alguna de esas puertas cerradas y no pueda entrar a la célula?
Pues eso es lo que ocurre en algunas personas.
En una publicación científica en la prestigiosa revista “Nature” del 22 de agosto de 1996, científicos belgas, franceses, japoneses y norteamericanos comunicaron que el 1% de los blancos caucásicos del norte de Europa tenía una mutación genética por la cual el receptor CCR-5 era completamente inactivo, lo que los hacía naturalmente resistentes a la infección por el VIH.
En la analogía de las puertas, era como si en estas personas el VIH solo podía pasar por la puerta CD4, pero encontraba la puerta CCR-5 cerrada, por lo que no podía causar el SIDA.
Ese mismo estudio encontró que los japoneses y los negros africanos no tenían esa mutación, es decir ellos son siempre susceptibles a la infección.
Volviendo a la historia del paciente de Berlín
Tim Brown estudiaba en una universidad de Berlín cuando en 1995 tuvo la sorpresa de su vida: estaba infectado con el VIH. Esa era la época en que no se habían aprobado todavía los medicamentos retrovirales y el diagnóstico de la infección por el VIH era prácticamente una condena de muerte.
Para suerte de Tim, al siguiente año se aprobó el uso de los retrovirales y él se benefició de ellos durante 11 años, controlando la infección por el VIH y volviendo a su rutina de vida.
Pero el destino se encargó de nublar su camino.
A comienzos del año 2006 Tim se sintió enfermo y le encontraron que tenía una leucemia mieloide aguda, uno de los tipos más agresivos de leucemia que sufre el ser humano. Ahora no solo tenía HIV, sino también una mortal enfermedad.
Cuenta Tim que recibió quimioterapia pero solo pudo completar tres tratamientos. A pesar de eso, su leucemia había quedado controlada pero no se sabía por cuánto tiempo.
El genio del oncólogo
Estando en remisión de su leucemia (se llama remisión cuando no hay signos de actividad del cáncer) el oncólogo de Tim, el doctor Gero Huetter, le hizo una proposición: su única salida para curarse era que le hagan un trasplante de médula ósea, pero no de cualquier médula ósea.
Resulta que el doctor Huetter estaba al tanto de las investigaciones acerca del gen CCR-5 y tuvo la genial idea de que Tim reciba la donación de médula ósea de una persona que además de ser compatible con sus tejidos, tenga también una mutación del gen CCR-5.
De esta manera pensó, podría matar dos pájaros de un tiro: curar la leucemia y reemplazar el sistema inmunológico de Tim con células nuevas, todas ellas con las puertas CCR-5 cerradas para que el VIH no pueda entrar.
Según cuenta Tim, ese tratamiento le pareció muy arriesgado y lo rechazó.
El regreso de la leucemia
En enero de 2007 la leucemia regresó y un tratamiento inicial con quimioterapia no funcionó. Ahora sí Tim, tenía que tomar una decisión con respecto a su vida: el trasplante de medula ósea o la muerte.
Después de examinar la sangre de 67 donantes, el doctor Huetter encontró uno que también tenía la mutación CCR-5 y Tim recibió la médula ósea de esa persona.
Para alegría de todos, el trasplante no solo hizo que la leucemia desaparezca, sino que también se vio que Tim ya no tenía el VIH en su sangre, por lo que dejó de tomar sus medicamentos antirretrovirales.
Cuenta Tim que le reapareció la energía, comía de todo, iba al gimnasio y le volvió la vida, es decir, se sintió sano por primera vez en muchos años.
El segundo trasplante
Lamentablemente, la leucemia regresó en el 2008, por lo que en febrero de ese año, el doctor Huetter le hizo un segundo trasplante usando la médula ósea del mismo donante. Tim volvió a responder.
Epílogo
Han pasado ya 5 años del primer trasplante y Tim no tiene leucemia y tampoco el virus VIH, por lo que ya no toma medicinas antirretrovirales.
Tim Brown se ha convertido entonces en el primer ser humano que ha quedado curado de la infección por el VIH.
Los médicos, que somos muy escépticos, no hubiéramos creído la historia si esta no se hubiera publicado en una de las revistas médicas más prestigiosas: el ”New England Journal of Medicine”.
Este es el histórico artículo, publicado el 12 de febrero del 2009.
En este otro artículo, del 8 de diciembre del 2010 y publicado en la prestigiosa revista “Blood”, el doctor Huetter habla de la cura de Tim.
En conclusión.
1. Esta historia es cierta, Tim tiene 45 años y está libre de leucemia y de VIH.
2. No es práctico hacer trasplantes de médula ósea para curar el VIH. Los trasplantes son tratamientos muy intensos y con muchos efectos secundarios.
3. Este caso abre puertas muy interesantes para la investigación médica en la lucha contra el SIDA.
4. No va a ser fácil que este hallazgo de frutos en el tiempo cercano, las barreras para aplicar este conocimiento del gen CCR-5 son múltiples, pero la posibilidad de investigar esta allí.
5. Esta historia es una demostración de que en ciencia es muy importante pensar fuera de los parámetros habituales.
6. Hasta que todo esto se haga realidad, recuerde que la infección por el VIH se previene practicando la monogamia o con el uso de condones.

ADDENDUM Viernes 27 de julio.
Acaba de anunciarse en el Congreso Internacional del SIDA en Washington DC que dos pacientes varones que tuvieron un trasplante de médula ósea en Boston han logrado también hacer desaparecer el virus VIH de su sangre. Un paciente fue trasplantado hace cuatro años, el otro hace dos años.
La diferencia con el caso de Tim Brown es que los donantes de médula ósea en estos dos pacientes no tenían la mutacion CCR-5.
La otra gran diferencia es que estos dos pacientes están todavía tomando su tratamiento antirretroviral, por lo que el doctor. Jay Levy, investigador del SIDA en la Universidad de San Francisco, se ha mostrado escéptico y ha dicho que la verdadera noticia hubiera sido que los pacientes no estén tomando antirretrovirales.
De todas maneras, siguen abiertas las puertas para continuar las investigaciones.
FUENTE: Cuida tu Salud - El Comercio